En vísperas de las V JIFIC, nos acercamos a uno de los grupos de trabajo que va a participar en las jornadas del 15, 16 y 17 de octubre. Se trata de una iniciativa reciente que está tomando impulso y que va a introducirnos en el mundo de las bibliotecas populares del Uruguay.

Carol Guilleminot, Paulina Szafran y Jimena Núñez

Las Jornadas de Investigación de la Facultad de Información y Comunicación (JIFIC) constituyen un espacio para visibilizar la producción científica en el ámbito de la Facultad, incentivando el diálogo e intercambio entre los diversos actores y unidades académicas comprometidos con la investigación dentro de la institución. También es una oportunidad de intercambio con otros servicios de la Universidad de la República (Udelar) y diversas instituciones de la región.

En este contexto, proponemos acercarnos a experiencias de algunos grupos de trabajo que van a participar y que han atravesado distintos procesos y abordajes. En esta instancia nos dedicamos al eje de investigación sobre las bibliotecas populares de Uruguay. El grupo está conformado por Carol Guilleminot, Jimena Núñez, Lucía Barboza y Alicia Teibo, y por la coordinadora Paulina Szafran, con quien conversamos en la siguiente entrevista.

 

¿Qué son las bibliotecas populares y cuáles son sus características?

Las bibliotecas populares son un tipo especial de servicios destinados a la ciudadanía. Asumen funciones muy similares a las bibliotecas públicas (entendidas como espacios democráticos destinados a la población de una localidad). Su principal diferencia radica en que, en lugar de pertenecer a un ámbito gubernamental, son creadas y gestionadas por una comunidad. Esta característica hace que, en nuestro país, la mayor parte de ellas sean llevadas adelante por integrantes de esa comunidad (por ejemplo, en organizaciones sociales barriales, cooperativas de vivienda, sindicatos) en forma voluntaria.

¿Qué función cumplen en la comunidad?

Las funciones básicas se orientan a dar respuesta a las necesidades de información y lectura de la comunidad en la que están insertas. En función de este eje prioritario desarrollan distintos tipos de servicios que, acorde a sus realidades y motivaciones, tienen diversas características. Hoy en día algunas experiencias entienden que la biblioteca tiene como principal función ser un espacio de reunión de la comunidad. En torno a esta concepción realizan diversas actividades que, teniendo como eje la lectura, la información comunitaria y el rescate de la memoria local, promueven el encuentro mediante charlas, talleres, etc. Otras se mantienen en un modelo de apoyo a la educación de su público objetivo, entendida como la función primordial que motivó su creación. Estas particularidades hacen que encontremos realidades diversas en cuanto a sus funcionamientos.

¿Hay diferencias entre las de Montevideo y el resto del país?

No hay aún una investigación que abarque a todo el país, hay estudios que apuntan a algunos departamentos y nos permiten afirmar que no hay diferencias en cuanto a las motivaciones, concepciones y puestas en marcha de las experiencias que existen en Uruguay más allá de su ubicación geográfica.

¿Qué pasa en otras partes del mundo?

En otras partes del mundo el término “biblioteca popular” se asume como sinónimo de biblioteca pública. En países de América Latina existen, como aquí, bibliotecas populares llevadas adelante por la propia comunidad. Sin embargo, en nuestro país encontramos la particularidad de que las bibliotecas populares no tienen que realizar ningún trámite para aprobar su instalación y funcionamiento. Este carácter le da un rasgo que no es frecuente en otras partes del mundo. Podríamos decir que tienen un carácter más “anárquico” por lo que su estudio resulta relevante para contar con insumos acordes a nuestra propia realidad.

¿Cómo ha sido la experiencia del equipo de ustedes? Por ejemplo, trabajaron con la biblioteca popular Florencio Sánchez, fundada  en 1950 en el barrio Cerro por parte de trabajadores de la industria frigorífica.

En estos momentos estamos llevando adelante una investigación sobre las bibliotecas populares de Montevideo que implica visitar todas las experiencias que están funcionando y podemos comprobar que la recepción es muy buena. Esta investigación busca generar información actualizada de una experiencia llevada adelante en 2002 y allí también habíamos encontrado interés en estrechar los vínculos con el mundo académico. La propuesta actual hace que algunas bibliotecas reciban por primera vez la visita de alguien de la Licenciatura en Bibliotecología lo cual les resulta muy halagador, sobre todo cuando se aclara el objeto de la visita. El caso de la Biblioteca Florencio Sánchez fue abordado por Lucía Barboza en el marco de su trabajo final de grado, apuntando a un importante eje en esta línea de trabajo que es la historia de las bibliotecas populares, tan vinculada a los inmigrantes y sindicatos.

¿Cómo ha sido la experiencia de trabajo en equipo y qué expectativas tienen con este proyecto, en especial en las JIFIC?

El grupo de investigación “Bibliotecas populares de Uruguay” es reciente y se conformó a partir de una producción de sus integrantes que justifica su creación. Las JIFIC serán la primera instancia que nos permitirá dar a conocer contribuciones en torno a este tema, que a su vez promueve una mirada integral de las funciones universitarias. Entendemos que las JIFIC serán un primer paso para dar visibilidad a nuestras investigaciones, ampliar el corpus teórico y sumar nuevos integrantes que ya están trabajando sobre bibliotecas populares en sus trabajos finales de grado (TFG) y en actividades de extensión. Asimismo, buscamos fomentar vínculos con otros grupos de investigación enfocados en la cultura popular.

 

Las V Jornadas de Investigación de la FIC se realizarán del 15 al 17 de octubre y el programa estará disponible en ji.fic.edu.uy